El Sentai II

Fue tras ver Blade Runner. Fue tras ver Pa Negre. Fue después de soñar. Aquello poco probable, se convirtió en cuestión de días en el peor escenario de catástrofes. Se cumplieron los oscuros presentimientos, las horripilantes descripciones del futuro. El peor escenario de catástrofes, uno tras otro en un alarde de efectos especiales, que esta vez no tan especiales (salvo por su exclusividad). Eran Efectos Reales.

El Sentai I
Por fin tenia todas las piezas. Tuve que encargarlas en una vieja fábrica clandestina en Atsugi. Poco a poco ya tenía todas las que iban a conformar mi vestimenta. Era muy pesada, pero me proporcionaría la defensa necesaria frente a las balas, o golpes y caídas. Y su sistema mecánico, que yo mismo había diseñado, me daba una fuerza algo superior a la que tengo.

Esta sociedad deprimida, a la deriva, necesitaba un héroe. Era capaz de organizarse anónimamente y jamás cambiar el curso de la historia. Lo había visto tantas veces en la ficción. Estaba seguro que la realidad se merecía uno, o más de un superhéroe. Podía ser yo el que empezase todo, quien liderase a una élite de justicieros, los Saiyaman Mark. Hacen falta iconos por los que dejarse guiar. Ahí estaba yo. Cuando de repente todo tembló el mundo durante cuatro minutos.

Me enfundé el traje. Y así nació Saiyajin Sentai.



Y 13. ¡Tú!